0 - Introducción

Proyecto en curso donde a través de 3 fases intentaré compartir una experiencia vital.

Quizás, cuando ya no sepamos qué hacer,
emprendamos nuestro auténtico trabajo y,
cuando ya no sepamos a dónde ir,
iniciemos nuestro auténtico viaje.
Wendell Berry


Entre los muchos equilibrios que nos obliga a vivir el sistema dual de pensamiento, el binomio comienzo/final puede parecer uno de los más difíciles de experimentar. Para algunos puede ser sencillo atestiguar, al hilo del tiempo, todo aquello que comienza y que termina: los días, los proyectos que emprendemos, el cuerpo que habitamos. Todo, en cierta forma, parece inscrito en ese ciclo que en la inevitabilidad del fin se nos presenta como un destino inclemente.

¿Qué pasaría, sin embargo, si por un momento pudiéramos pensar fuera de la dualidad? Es decir, experimentar nuestra existencia fuera de esos conceptos. En la vida, es cierto, casi todo tiene un comienzo y un fin, pero si reflexionamos al respecto, nos daremos cuenta que ninguno de los dos es definitivo, que todo suele comenzar siempre de nuevo y que aquello que termina no necesariamente se acaba, sino que puede retomarse, renacer, cobrar nueva vida y nuevas formas.

Todo en cierta manera es un comienzo, todo en cierta manera puede ser un final, todo puede cambiar. Quizá lo importante no sea centrarse en el comienzo ni centrarse en el fin ni obsesionarse con ello. Lo importante puede que sea el camino, sus bifurcaciones, las nuevas sendas por descubrir, los caminos que dejamos atrás, los que volvemos a vivir o los que volvemos a disfrutar simplemente caminando a través de ellos con ojos renovados. Somos capaces de poder dilucidar con total seguridad si lo que estamos viviendo ahora mismo es el principio o el final de algo? Vale la pena salir de esta dualidad y simplemente, centrarse en el presente.

Este proyecto intenta plasmar una experiencia vital en 3 fases que iré construyendo y publicando poco a poco.

1. Heridas

La corriente de las obligaciones nos arrastra hasta obligarnos a soslayar los anhelos más silenciosos de nuestro corazón.
Jon Kabat-Zinn


La definición de herida puede llegar a ser algo confusa, dispar y hasta entrópica. Basta con desviar la mirada al mundo y fijarse un poco más allá para poder observar lo mejor y a la vez lo más abyecto de las cosas. Dependiendo de ese punto de vista tu vida se puede convertir en una experiencia maravillosa en la que vivir a diario o se puede convertir en un círculo vicioso donde lo más perverso y lo más malvado del mundo se juntan para provocar ansiedad, tristeza y melancolía. Cuando todo se junta el foco de atención puede resultar algo perverso también y sobre todo puede resultar descuidado para según qué elementos. El mal o más precisamente, la percepción de la realidad confusa y desfigurada que podamos tener nos hará ser engullidos por ese agujero negro haciéndonos incapaces de ver, escuchar, disfrutar y sobre todo, de sentir...

Esta serie, heridas, puede resultar algo pesimista o algo negativa. Es complejo intentar retratar el punto en el que la herida llegar a vivir en ti y tu alma se parte en dos. Cuando miras a tu alrededor sólo ves esas heridas, ese dolor subyacente que impregna el mundo sin que ni tan siquiera dependa de nosotros…

Caminos(camins)

La vida es lo que nos ocurre durante ese viaje y el reto al que nos enfrentamos consiste en vivir como si realmente te importase[...]La vida solo es real cuando estamos despiertos; sólo entonces tenemos la posibilidad de liberarnos de nuestras ilusiones, de nuestras enfermedades y de nuestro sufrimiento individual y colectivo.
Jon Kabat-Zinn


Estas fotografías están inspiradas en los caminos. No son esos caminos físicos, más amplios o estrechos, asfaltados o con obstáculos, que te llevan a los sitios directa o indirectamente. Son esos caminos que transitamos, los que trazan nuestro presente.

Intento explorar y utilizar caminos diferentes. A veces creo que he llegado a mi destino pero tan solo es el espejismo de una dirección errática que en términos positivos me enseña a valorarme en todo lo que soy capaz de hacer, aunque no pueda llegar a donde quería o a donde pienso que he llegado.

El camino actual es el camino en el que a veces nos perdemos, en el que a veces dudamos. El camino cuya dirección y destino es indeterminado.

Caminos que se pueden hacer de muchas formas, preparados o no, con un destino fijado o no, más rectos o más curvos, solos o acompañados. Transito un camino en el que no estoy solo, y no tomo en cierto modo una dirección concreta. Simplemente intento disfrutar del viaje, hasta donde consiga llegar. El viaje en sí es el camino que no necesariamente ha de transcurrir siempre por sendas nuevas o paisajes renovados. La renovación es tan solo necesaria hacia nosotros mismos y es necesario mirar desde una perspectiva lo más externa a nosotros posible, con nuevos ojos, el lugar por la cual nos movemos ahora mismo.

Sortear piedras, llantos pero no sentirse solo. Encontrarse a sí mismo y al mismo tiempo sorprenderse siempre con la persona que tenemos delante. No buscar un fin, tan solo un nuevo punto de partida, tan solo disfrutar del camino, tan solo vivir...

Fuentes externas de texto, en itálica:
https://culturainquieta.com/es/inspiring/item/13170-un-fragmento-de-jose-saramago-para-recordar-que-el-viaje-de-la-vida-no-acaba-nunca.html